Las buhardillas ofrecen muchas posibilidades para crear ambientes cálidos debido a su ubicación privilegiada y a su acogedora arquitectura de techos bajos. Aquí tienes algunos ejemplos de cómo aprovechar este espacio para convertirlo en zonas útiles y acogedoras.
Convertir la buhardilla en un espacio para la lectura
Convertir la buhardilla en un espacio para la lectura
Su ubicación, apartada del resto de estancias, favorece la creación de una atmósfera más recogida e íntima, y se convierte así en un lugar dedicado al relax y a la lectura.
Para esto, utiliza tonos suaves en la carpintería y en las paredes para obtener una atmósfera armónica y conjuntada.
Valora el clima y la orientación de cada ventana. Para zonas frías opta por doble cristal con cámara de aire.
Elige el suelo con una estructura que amortigüe el ruido para favorecer el aislamiento acústico de la buhardilla.
Un gran baño para relajarse
Una opción muy práctica es habilitar un baño, sobretodo si comparte espacio con el dormitorio. Se puede también, por ejemplo, planificar un baño tipo spa, para los momentos de relajación.
Para aprovechar mejor el espacio, ubica la bañera en la parte del techo más bajo, ya que es el espacio en el que te recostarás.
Si los techos son muy altos, y quieres acercarlos ópticamente, píntalos de tonos oscuros.
Para las ventanas de díficil acceso, tienes la posibilidad de colocar unas que incluyen motores de apertura y sensores de lluvia que se accionan mediante un mando.
Zona de estar y comedor
Al ser las buhardillas espacios diáfanos y no tener tabiques divisorios, se puede aprovechar esta característica para crear un ambiente totalmente a tu medida. Y si además cuenta con abundante luz natural, se puede crear una zona de estar o de comedor. Si te decides por esta opción, utiliza los muebles para dividir: la trasera de un sofá, una butaca o una consola, entre otros. Las alfombras también te ayudarán a delimitar visualmente el espacio.
Una zona de trabajo
Si el espacio de la buhardilla es reducido, se puede planificar una zona de estudio o de despacho. En caso de que la luz sea escasa, apuesta por muebles bajos y claros, que no recarguen y permitan que la luz circule por toda la estancia. Coloca el escritorio debajo de la ventana, para aprovechar toda la luz natural.
Un dormitorio íntimo y acogedor
La buhardilla goza de una gran independencia, ya que es una zona que permanece aislada del resto de la vivienda. Esta característica la hace idónea para instalar en ella el dormitorio principal, estancia cuyo uso es básicamente nocturno.
La cama ubícala en la zona más baja. Para acceder a ella con comodidad, el techo debe medir al menos 150 cms. de alto.
Resuelve la iluminación general con unos focos halógenos orientables hacia los ambientes que te interesen.
Fuente: Revista El Mueble
Fotos: DecoEstilo, Casa Diez
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