Aunque normalmente el estilo rústico está pensado para segundas residencias en el campo, hay quien lo adapta y reinterpreta en clave moderna
Por muchas nuevas tendencias y novedades que surjan en el mundo de la decoración hay una que siempre suele estar en boga año tras año: el estilo rústico. Es más, aunque normalmente es un estilo decorativo pensado para segundas residencias en el campo, también hay quien lo adapta al estilo urbano y lo reinterpreta en clave moderna.
Quizás una de las estancias de la casa que mejor reflejen el sentido de calidez, confort y encanto que envuelve a este estilo es la cocina, lugar de encuentro familiar en torno a la mesa para disfrutar de una buena comida.
A la hora de plantearte este estilo decorativo para una estancia como la cocina, debes tener en cuenta que el espacio ha de ser amplio; y es que uno de los elementos que suelen ser frecuentes (aunque no obligatorio) en este tipo de cocina es la existencia de una isla de trabajo, que permite moverse alrededor de ella sin ningún problema. Pero, si lo prefieres, puedes ubicar en el centro una mesa amplia de comedor para recuperar el sentido tradicional de esta estancia de la casa.
¿Pero qué otros elementos hay que tener en cuenta?
Revestimientos: normalmente, en suelos y paredes suelen primar materiales como la piedra, el ladrillo visto, la pizarra o las losetas que imitan al barro.
Materiales: la madera se erige como uno de los materiales protagonistas; especialmente en los muebles, aunque también hay quien los prefiere de obra, técnica que también suele utilizarse para la encimera. El hierro de forja o el mimbre son otros de los materiales que pueden ayudar a definir este estilo.
Los muebles suelen estar a diferentes alturas. Las alacenas y estanterías que dejan ver el menaje son también muy característicos.
Colores: es un estilo que armoniza a la perfección con los tonos tierra, azules, blancos rotos o amarillo, colores que contribuyen a dar luminosidad al espacio.
Iluminación: además de disponer de buena luz natural, es imprescindible contar también con una buena iluminación en la estancia. Olvídate del tubo florescente y opta por luces cálidas. Las lámparas de hierro forjado suelen ser un recurso habitual para conseguir un ambiente rústico.